Diciembre - Semana 1
Tema Semanal: ESPERANZA y FE

La semilla fue lanzada. La vida misma en una pequeña cápsula que, al encontrar las condiciones adecuadas, rompe en cascarón y brota, echa raíces y busca luz. La palabra de Dios con los nutrientes necesarios, la fe y la esperanza, hará que lo que es una promesa se transforme en vida.
Lunes 1
En los inicios Dios habló y a través de su palabra creó todas las cosas. Él sigue hablando en y mediante las Escrituras, creando vida y trayendo a la realidad lo que no existe. El caos se sujetó a su voz y el orden se impuso.
Medita en Gn. 1.1-10
Martes 2
En la creación es donde el poder creativo de Dios se expresa en plenitud. Dios crea lo nuevo, pero también le da el potencial de reproducirse. Cada ser vivo, según su género y según su especie, debe multiplicarse y así completar la creación. El Señor nos da vida, pero también el potencial de renovación.
Medita en Gn. 1.11-29
Oramos: Por niños y jóvenes en los cuales se les identifique desde pequeños sus atributos y se les anime a expresarlos, porque así también estarán manifestando el corazón de Dios.
Miércoles 3
Nuestro Señor Jesucristo, antes de iniciar su ministerio terrenal y después de un ayuno largo, se enfrentó a una dura prueba. Una vez más la palabra de Dios fue lanzada en un ambiente de fe y expectativa, brotando y enfrentando la maldad para traer vida y victoria.
Medita en Lc. 4.1-13
Oramos: Que los cristianos nos tomemos tiempos para disfrutar de la belleza de Dios expresada en la naturaleza, en una melodía, en una pintura, escultura, poesía, entre otros.
Jueves 4
Para que la palabra de Dios brote y dé fruto, necesita de una buena tierra fértil con los sustratos adecuados. La fe es el elemento fundamental para que la palabra de Dios pueda brotar y cumplir su propósito de sanidad, milagros, redención y restauración.
Medita en Mt. 8.5-13
Oramos: Para ampliar nuestra visión de servicio y misión. Las vocaciones son los llamados de Dios para cada uno. Ahí donde somos plantados debemos fructificar.
Viernes 5
La falta de fe, los falsos argumentos y la subestimación del poder de Dios, son malezas y veneno en la tierra de nuestro corazón que impiden que brote la semilla. Clamemos a Jesús para que limpie la tierra de nuestro corazón y haga de ella un lugar fértil.
Medita en Lc. 17.1-10
Oramos: Que no tengamos temor, sino que disfrutemos los cambios, aprovechando las oportunidades para discipular a las naciones. A través de los siglos muchos cristianos influyeron y trajeron el bien a la humanidad, sigamos ese ejemplo.
_edited.png)
