De corazón a corazón: el proyecto de una niña que decidió ayudar a otros.
“No es solo dar una manta. Es dejar un pedazo de tu corazón en esas pequeñitas cosas que das”, expresa
Candelaria tenía 8 años cuando salió de un supermercado, vio a una familia en situación de calle, porque habían perdido todo por un incendio, y le dijo a su mamá que quería hacer algo.
Desde entonces y hasta ahora -que tiene 11 años- junta frazadas y sale a repartirlas.
“Me dolía a mí verlos mal a ellos”, comparte con Subrayado.
Fuente: Subrayado
Una historia de motivación y esperanza que nos llega desde una niña dispuesta a dar de corazón.
Una historia que nos enseña que podemos cambiar la realidad de miseria y sufrimiento a nuestro alrededor y que depende de cada uno de nosotros.
Una historia que nos confronta también a nosotros como Iglesia llamados a servir.
Oremos
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.”
S. Mateo 25:35-36 RVR1960
Padre celestial venimos a ti con nuestro corazón abierto reconociendo que “vemos” pero no actuamos con la urgencia que requieren los que más sufren. Danos un corazón dispuesto y rápida respuesta ante el dolor de nuestro prójimo. Para que así te honremos y seamos fieles oidores y hacedores de tus preceptos.
En el nombre de Jesús. Amén