Este mes estaremos navegando por las aguas de un tema apasionante: la meditación. Para un hijo de Dios es un paso clave en el desarrollo espiritual.
¿Cómo explicar este maravilloso proceso?
Tomando los términos que en el Antiguo Testamento se traducen por meditación, permítanme expresar el significado de esta disciplina espiritual.
En la intimidad de nuestro corazón nos encontramos con la esencia de la Palabra de Vida. Nos confrontamos con ella. Escuchamos los ecos que se desprenden de cada idea. Permitimos que ellos nos conmuevan y transformen. Finalmente compartir esta experiencia a través de la palabra hablada o escrita es el paso final, impactando la vida de otros.
Estas semanas, nos proponemos profundizar en esta perla espiritual.