«Lamento crónico: el desgaste emocional y físico de quejarse por todo»
«Se ha demostrado que el lamento crónico tiene un impacto significativo en la salud emocional, mental e incluso física de las personas. (...) es bastante frecuente escuchar quejas sobre el tráfico, el clima, el trabajo o las dificultades económicas. Para muchos, es algo inofensivo e incluso terapéutico, porque les sirve de desahogo emocional.
Sin embargo, se ha demostrado que el lamento crónico tiene un impacto significativo en la salud emocional, mental e incluso física tanto de quienes se quejan como de quienes reciben los comentarios pesarosos.
Algunos estudios señalan que el acto de lamentarse puede provocar cambios estructurales en el cerebro que, a su vez, generan problemas en la resolución de problemas y la función cognitiva.
Esto significa que las personas quejumbrosas pueden pueden ver mermadas funciones como la resolución de problemas, la toma de decisiones o la planificación. Esto genera aún más frustración y, en consecuencia, más quejas. Además, se ha observado que la queja cotidiana se correlaciona con la sintomatología ansioso-depresiva.
En concreto, con pensamientos intrusivos, rumiaciones, baja autoestima, cansancio y fatiga mental. Por ello, los individuos que no paran de lamentarse por todo suelen ser más pesimistas y menos resilientes frente a las adversidades».
Extraído de La BBC News. Link a la noticia completa
Este informe expresa claramente las necesidades emocionales y espirituales que nos desafían a llevar el mensaje de salvación y sanidad.
Oremos
Señor, tú tienes la cura para todo problema mental y emocional que afligen a las personas en estos tiempos difíciles. Danos la gracia y sabiduría para ser luz para quienes necesitan sanidad. En el nombre de Jesús, amén.
Noela Rebollo
Foto de Polina Zimmerman en Unsplash