Camino a Navidad - Día 02

VINO A VIVIR ENTRE NOSOTROS

Juan 1.14-16 (NTV) (Leer capítulo en youversion)

Piensa en la imagen de un manantial inagotable. Es de agua limpia, pura, fresca, y no cesa de brotar. Así es el amor del Padre celestial por tí y por mí. Cada día cuando hago visible esta imagen, mi corazón se llena de gratitud y quisiera correr, saltar y gritar de alegría. ¿Cómo es posible que alguien me ame en esta forma continúa, perfecta, sin reclamos ni condiciones?

Jesús vino a traernos amor y bendiciones abundantes y totalmente inmerecidas. Traducido esto, significa para cada uno que lo recibe, paz, salud mental, equilibrio emocional, salud física, perdón, provisión, fructificación, vida para siempre.

Esta es la voluntad de Dios para cada ser humano. Por esto hubo una natividad.

Toma un momento de silencio. Registra en tu mente o escribe en un papel los nombres que en este instante vienen a ti, que necesitan de este amor incondicional e inagotable que trae Jesús el Hijo enviado.

Ora por cada uno de ellos sujeto a lo que el Espíritu Santo te guía. Ahora da gracias, porque el Señor hace su obra en ellos, amén.

Juan 1.14-16 (NTV)

14 Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre. 15 Juan dio testimonio de él cuando clamó a las multitudes: «A él me refería yo cuando decía: “Alguien viene después de mí que es muy superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”». 16 De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra.