Estos días especiales sigue la guía de oración para conmemorar la pasión de nuestro Señor. 👇🏻
Leer texto completo Mateo 26.26-29 (NBV)
Meditemos en la Palabra en silencio, con reflexión, humillados ante tan grande ofrenda de amor. Adoremos al único digno, nuestro Cordero Santo.
OREMOS:
Oremos por el corazón de nuestros compatriotas y de toda persona en las naciones.
Que estos días de evocación de la muerte y resurrección de Jesús sean una oportunidad para recibir revelación y entendimiento acerca del impacto que esto puede causar en sus vidas.
Leer texto completo Mateo 26.63-64 (NTV)
El corazón entenebrecido del ser humano es como una dura corteza que impide que vea y conozca la verdad. Tal es el caso del sumo sacerdote que leemos en el texto citado, quien al escuchar al propio Jesús afirmando ser el Hijo de Dios, se enceguece y enfurece más.
OREMOS:
Que el Señor derribe toda operación del maligno que engaña y miente para que las personas no vean, ni entiendan el mensaje del evangelio.
Que los ojos espirituales de toda persona sean abiertos para ver y conocer que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Leer texto completo Mateo 27.46-56 (PDT)
Tarde o temprano Jesús será conocido y reconocido como el Hijo del Dios viviente, el Dios de dioses, el Rey de Reyes y Señor de señores.
OREMOS:
Demos gracias por el plan perfecto y completo de Dios, quien con su muerte nos abrió el camino al lugar santo para que lleguemos sin ningún tipo de impedimento por su gracia.
Oremos por la Iglesia, la amada del Señor, que Jesús abra su entendimiento para comprender sus Escrituras y vivir así su plenitud.
Leer texto completo Mateo 28.7-10 (LPH)
¡Jesús vive! Su resurrección es un hecho sobrenatural, digno del Todopoderoso y que trasciende todo entendimiento humano. Esto convulsionó el corazón de las mujeres que esa mañana muy temprano llegaron hasta su tumba vacía.
Jesús siempre afirma sus hechos, por tanto se presentó ante ellas y con palabras de amor las guió para que anunciaran a sus seguidores su resurrección.
Toma tiempo en silencio, medita, y adórale, como aquellas mujeres lo hicieron, abrazándose a sus pies.
Aprovecha toda oportunidad y anuncia: ¡Jesús vive!