"Cuando me vi abrumado por la angustia, tú me brindaste consuelo y alegría". Salmo 94.19 (RVC)
Es conocido que Uruguay sufre una pandemia por ya mucho tiempo (la depresión y el suicidio)
Este confinamiento "inesperado" exacerba los sentimientos de soledad, depresión, desánimo, temor, pánico y desaliento.
¡Jesús sabe, Jesús entiende!
El también transitó por estos caminos de soledad y desolación. En el Getsemaní sufrió tristeza hasta la muerte. No encontró consuelo humano, ni amigos que le sostuvieran.
Él sabe, él entiende. Y ha preparado a nuestro compañero, el Espíritu Santo, el Consolador, para guiarnos a la verdad que nos da libertad, esperanza y nueva oportunidad.
Hoy oramos por estos corazones sufrientes:
Los que están solos
Los que no tienen esperanza
Los que sufren pánico de estar adentro, pánico de enfrentar el futuro.
Los que están abrumados por deudas.
Los que sufren violencia y abuso.
Los que creen que no vale la pena vivir.
Oramos por la intervención sobrenatural de Dios trayéndoles esperanza, ayuda, provisión para su necesidad, aliento y conocimiento del gran, gran, gran amor de Dios para con ellos.
¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo! Romanos 15.13 (RVC)
señor Jesús padre nuestro danos fortaleza para pasar este nuevo desierto..renuevanos la FÉ día a día.. AMÉN
Señor que tu iglesia sea un instrumento para bendecir a los ancianos en estos momentos de enfermedad. Que aunque sea con una sonrisa ,un saludo ,una carta despertemos una sonrisa en ellos.
Amén