Históricamente la carne vacuna ha sido la principal proteína que los uruguayos hemos utilizado en nuestra alimentación, pero en los últimas décadas debido a su precio y a los paulatinos cambios que hemos introducido en nuestra forma de alimentarnos la carne vacuna a perdido terreno frente a otras proteínas como la carne de aves y la de pescado, no solo balanceando nuestra dieta si no también nuestros bolsillos ya que la carne de pollo en particular tiene un valor por kilo más accesible que la carne vacuna y una capacidad de saciedad similar.
En los últimos días se ha puesto sobre la mesa nuevamente el abasto de la carne de pollo y su precio especialmente el de la suprema que es el corte más demandado, ya que los actores de la cadena avícola entienden que el producto escasea y que su precio ha subido abruptamente. Por otro lado los productores y el sector industrial entienden que esto no es así y que hay afirmaciones incorrectas y que los datos no se han manejado adecuadamente.
En un comunicado remitido a El Observador este fin de semana, directivos de la Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne de Uruguay (ADICU) y de la Unión de Vendedores de Carne (UVC) anuncian que harán gestiones ante autoridades de gobierno y legisladores, pues entienden existe un estado de “alerta” por falta de algunos cortes de pollo en el mercado y aumento de precio, responsabilizando al gobierno, que le puso tope a las importaciones.
Aluden a estadísticas que señalan la “falta de pollo en el mercado, un constante e ininterrumpido aumento del precio por encima del IPC y una baja del consumo de este producto en la mesa de las familias uruguayas”.
Carniceros e importadores sostienen que esa situación “tiende a agravarse” si se mantiene por parte de las autoridades la limitación en la importación de pollo, la cual ya lleva seis meses y comienza a perjudicar a los clientes uruguayos.
Nuestra tarea en el comentario de este artículo no es llegar a la conclusión de cuál de las partes en este tema está en el camino correcto, simplemente tratamos de presentar situaciones que pueden de una u otra forma incidir en la economía en general y orar por ellas.
Oremos:
Por sabiduría para las familias a la hora de organizar su canasta básica
Por una resolución de esta situación donde todos puedan ser beneficiados especialmente los sectores de la población más vulnerables
Por trabajo e ingresos dignos para las familias
Romanos 12 : 13-18
Cuiden a los necesitados que hay en el pueblo de Dios.[a] Busquen y reciban en su casa a los que necesitan ayuda. Pidan que Dios bendiga a los que los persiguen; pidan bendiciones y no maldiciones para ellos. Alégrense con los que están alegres. Lloren con los que lloran. Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecia. No se crean mejores ni más sabios que los demás. No devuelvan mal por mal. Preocúpense por ganar el respeto de todos haciendo el bien. Traten de hacer lo posible para vivir en paz con los demás.
Foto de Karyna Panchenko en Unsplash
La nota que comentamos pueden encontrarla en El Observador