Dios tiene un plan desde antes de la fundación del mundo llamado comunión; y a pesar de que el pecado intentó interferir en su cumplimiento, nada puede deshacer lo que Dios ha determinado.
Es así que por medio de Jesucristo fuimos reconciliados con Dios y podemos volver a aquello que estaba previsto desde el principio, una vida de comunión con Dios y con la comunidad de hermanos en la fe.
Menciona José González (2016)
Dios nos usa a nosotros, los seres humanos, como instrumentos para hacer su voluntad en la tierra. Él nos otorgó la mayordomía de su creación, para que la ejerzamos en acuerdo con Él. Y usa no sólo a sus hijos, sino que a todos, permitiéndonos tener parte en el cumplimiento de su voluntad. (8), Pág.180
¡Qué maravilloso es nuestro Dios! Teniendo el poder y la posibilidad de actuar sin nosotros, nos hizo parte de su plan.
En este mes reflexionaremos sobre lo trascendente que es para nuestra existencia vivir en comunión con Dios y con nuestros hermanos/as.
¡Somos mejores juntos!