¿Por qué Uruguay registra una elevada tasa de suicidios?🤔
Psiquiatras, antropólogos y filósofos analizan problemática.
En 2022, 823 personas se quitaron la vida y el 78% de los casos fueron hombres. Los datos presentados por el Ministerio de Salud Pública generan preocupación.
Los datos presentados días atrás por el Ministerio de Salud Pública (MSP) volvieron a generar preocupación por el alto número de suicidios que se registran en el país, un promedio que es de los más altos de la región.
Estas altas cifras implican que la tasa promedio de mortalidad por suicidios en Uruguay está muy por encima de la media de la región que se ubica en nueve cada 100.000 habitantes. En el país el registro fue de 21,6 en 2021 y 23,2 el año pasado, siendo la tercera más alta solo superada por Guyana y Surinam..
El País consultó a expertos para intentar entender por qué tantos uruguayos se suicidan a nivel local, y qué elementos pueden influir en esta problemática a nivel global y cuáles a la sociedad uruguaya.
El sociólogo Pablo Hein remarcó que hasta ahora se hizo una apuesta a una “solución individual”, viéndolo como un “problema de la psiquis”, sin tomar tanto en cuenta un abordaje más “colectivo”.
Hein sostuvo que el “principal problema” es que hace 30 años Uruguay viene “fracasando” en las políticas relacionadas al suicidio, precisamente, porque se lo sigue viendo como un “problema psicológico y psiquiátrico” y “no se entiende que los individuos son ‘bichos’ sociales”.
Por su parte, el antropólogo Nicolás Guigou, dijo que la sociedad uruguaya tiene una “matriz mesocrática y homogeneizadora”, donde “no hay espacio para la diferencia”, en referencia a la “singularidad vital o cultural”.
Y lo comparó con la sociedad argentina. “No nos matamos entre nosotros, no llegamos a ese nivel de conflictividad social en ningún plano de la vida, pero nos suicidamos en el interior de nuestras casas o en otros lugares”.
Bajo esta manera de “expresar el conflicto”, es que Guigou señaló que “la gente en Uruguay no explota, implota”.
Otro elemento que marcó es que Uruguay es un “país desencantado”, vinculado con su “matriz laicista y con un ateismo fuerte” en relación a otros países latinoamericanos.
Además, hizo referencia a la “trascendentalidad”, que aclaro, “no tiene por qué ser religiosa, puede ser una creencia, política o referencial”. Eso, indicó, es “algo que da un espacio y un poco de aire más allá de la situación límite que se esté viviendo”.
En este sentido, el filósofo Miguel Pastorino indicó que el hecho de que Uruguay tenga una “visión cultural menos enraizada en las tradiciones religiosas y espirituales” podría ser un factor que influye.
Si bien dijo no estar convencido, sostuvo que hay estudios empíricos que demuestran que quienes tengan “un cultivo de algún tipo de vida espiritual, no importa cual, tienen mayores índices de lo que se mide por felicidad y salud mental”.
El tema abordado en profundidad por El País pone una vez más de manifiesto está gran necesidad en los corazones, y la falta de un relacionamiento personal con Jesucristo profundiza un gran vacío que lleva a las perdonas a la depresión y a tomar el suicidio como la única salida a sus problemas existenciales.
Oremos
Señor nuestro dador de la vida te pedimos tu intervención sobre los uruguayos. Te rogamos que puedan ver su necesidad espiritual y que nosotros como Iglesia estemos listos para ser mensajeros eficaces de tu mensaje de fe y vida eterna para que esta triste realidad sea transformada.